‘A la vuelta de la esquina no se ven cambios en el turismo de San Andrés’
El propietario de la Cueva de Morgan, Jimmy Gordon, dijo que el presidente de ASHOTEL, Juan Carlos Osorio, siempre maneja el mismo discurso y la isla no avanza.
El propietario de la emblemática Cueva de Morgan, Jimmy Gordon, anunció que no ve a la vuelta de la esquina un cambio ni tampoco ninguna mejora para la industria del turismo que se practica en la isla de San Andrés. Asegura que la situación tiende a agravarse por el desorden y la anarquía que impera dentro de este sector de la economía del departamento.
Explicó que las personas que manejan el gremio del turismo en la isla, por decir ASHOTEL, se han atornillado en esos cargos. Ellos son los que quieren dictarles las pautas, inclusive, al gobierno departamental, y yo diría que son los que tienen el poder, no el gobierno departamental, porque el turismo básicamente es el que mueve la economía del departamento.
Expresó Jimmy Gordon que estas personas siempre manejan el mismo discurso. Por ejemplo, el presidente de ASHOTEL, Juan Carlos Osorio, siempre tiene el mismo discurso y habla de ‘city marketing’ y nuestro turismo nunca avanza, cuando San Andrés tiene culturalmente mucho que hablar, mucho que decir y mucho que ofrecer en la parte cultural.
Estamos viendo que a San Andrés se está trayendo un turismo depredador, que ha terminado con todas las especies endémicas y con toda la fauna marina.
En la isla hay mucha gente desempleada y muchos músicos que no tienen trabajo y que se podría entrar a solucionar esa situación. Dijo que envés de estar hablando de ‘city marketing’ y dar la vuelta a la ciudad en chiva en las horas de la noche, se debería contratar a los músicos, folcloristas y ‘createros’ de la ciudad para mostrarles a los turistas lo que es realmente la cultura raizal.
El propietario de la Cueva de Morgan dijo a EL CORREO: ‘Yo, personalmente, pienso que los operadores que trabajan el destino de San Andrés le han hecho más daños a la isla que el mismo turista que la visita, pese a que este deja una cantidad de residuos y miles de toneladas de residuos plásticos’’.
Explicó que los dueños del dinero, los propietarios de las edificaciones de San Andrés y las personas que manejan la venta de paquetes de turismo son los responsables de los daños que ha sufrido el ecosistema de la isla, porque hay que recordar que esta zona es una reserva de biosfera, y esa elección que hizo la UNESCO no se ha cumplido absolutamente en nada. Además, Coralina y el gobierno departamental, no han hecho cumplir esa disposición.
Una reserva de biosfera, a nivel internacional, pesa mucho. Por ejemplo, entrar a una reserva de biosfera como Machu Pichu, las islas galápagos y las reservas naturales que hay en Costa Rica, vale mucho dinero, y el visitante que llegue a esos lugares tiene que hacer compromiso como turista para poder ingresar a ellos.
Estamos viendo que a San Andrés se está trayendo un turismo depredador, que ha terminado con todas las especies endémicas y con toda la fauna marina.
Advirtió que si en el día de mañana llega una comisión de la UNESCO para hacer una inspección sobre la isla, estoy seguro que en menos de una semana le quitarían al destino de San Andrés la reserva de la biosfera, ya no sería más destino de reserva de la biosfera por el mal manejo que se le ha dado a la isla y a su ecosistema.
Por dar un ejemplo, Costa Rica tiene 65 reservas naturales, casi el 45 por ciento del país es reserva natural y lo visita un turismo de alta calidad y no recibe más de 2.5 millones de turistas al año. Eso equivale al 28 o 29 por ciento del Producto Interno Bruto, PIB.
Asimismo, dice que estuvo escuchando a la ministra de turismo de Costa Rica cuando estaba diciendo que ellos tienen presupuestado que cada turista que llegue al país tiene que gastar 250 dólares diarios.
Turismo depredador
Analizando la situación de San Andrés estamos viendo que se está trayendo un turismo depredador, que ha terminado con todas las especies endémicas y con toda la fauna marina, y los hoteleros no aportan, absolutamente, nada para la reserva de biosfera, señaló.
A San Andrés está viniendo un turismo masivo que no vale la pena, que lo que está contribuyendo es a la destrucción de la isla. El mercado está construido sobre el todo incluido, y el turismo es de bajo perfil, pues deja mucho residuo en la ciudad.
También los grandes conglomerados comerciales, lo que son los supermercados y los grandes almacenes, siguen ofreciendo sus productos en bolsas de plásticos que van al mar y también va a parar al relleno sanitario donde no hay ningún sistema de clasificación.
En esta ciudad el uso de las bolsas pláticas debería ser prohibido totalmente. Los comerciantes que traen productos plásticos del exterior y del territorio nacional deberían pagar al gobierno departamental un impuesto por cada plástico que entra a la isla. Y las aerolíneas y los turistas deberían tener un compromiso con esta ciudad, porque eso es lo que realmente la isla espera de todo el mundo que la visite.
Asimismo, en toda la isla ha proliferado una cantidad de posadas con mucho caos y todo el mundo se apoderó de este negocio y ahora ni siquiera el residente puede conseguir una habitación o una casa para arrendar.
Yo estoy decepcionado por lo que estoy viendo de ese mal manejo que se le está dando a la isla y por el mismo tratamiento que el Gobierno nacional le está dando a esta región.
El aeropuerto es una cloaca
El aeropuerto de San Andrés es una cloaca. Es un aeródromo que ni siquiera es digno del tercer mundo. En una de las tres últimas veces que pasé por ahí, una vez estuvo lloviendo y en la parte de arribado estaba totalmente inundado. Los baños también estaban inundados y llenos de excrementos humanos. Da lástima que un destino, que antes que llegara la pandemia, en el año 2019, había recibido 1.300.000 turistas, que es bastante para un destino tan pequeño como este.
Situación de la Cueva de Morgan
Gordon expresó que desde la Semana Santa hacia acá se ha visto una reactivación de un cuarenta por ciento y un cincuenta por ciento. Y en lo que va corrido de junio a julio, estamos en un sesenta y setenta por ciento aproximado de visitantes, lo que quiere decir que en la Cueva de Morgan se está trabajando a medias
Anunció que la temporada no ha sido como se esperaba, ha caído bastante por la pandemia en San Andrés y en el resto del país. Ni siquiera el resto del mundo se va a recuperar sino dentro de dos años. En el 2024, más o menos, veo que esto comenzará a normalizarse porque la pandemia no se va a ir ahora mismo.
‘‘Nosotros estamos trabajando con mucha resiliencia, con personal mermado de un sesenta por ciento. Antes teníamos veintidós personas, ahora laboramos con ocho de ellas.’’
Yo estoy trabajando en este negocio del turismo hace más de 40 años y para mí el mercado de San Andrés está saturado.
El resto del país, lo que es Santa Marta y Cartagena podrán recuperarse mucho más rápido que San Andrés, porque la isla solamente tiene dos entradas por mar y por aire, por eso veo que esta ciudad no se ha reinventado absolutamente en nada, indicó Gordon.
El CEO de la Cueva de Morgan dijo que le duele lo que le está pasando a la isla. Y con la clase de turismo que está llegando. Ese turismo nacional que no tiene ninguna clase de educación y cultura.
La isla es una anarquía. Y las personas que la están manejando no tienen ninguna clase de sentido de pertenencia, ni siquiera con los electores.
‘‘Por ejemplo, en los museos míos de la Cueva de Morgan nosotros hemos hecho un trabajo titánico después del huracán y hemos vuelto a poner todo el sitio en funcionamiento, y en el museo del pirata donde se le hizo una reforma y fue puesto más o menos visible para los turistas veo que los turistas entran tomando una gaseosa y dejan las latas, las botellas y las servilletas sobre las antigüedades. Eso es inconcebible que un visitante hago eso dentro de un museo.
La isla es una anarquía
La isla es una anarquía. Y las personas que la están manejando no tienen ninguna clase de sentido de pertenencia, ni siquiera con los electores.
Observo que esto ha cogido las mismas mañas que practica la clase política del interior del país. Esas mismas mañas han sido trasladadas a San Andrés. Y la isla no escapa a esa misma situación que vivió REFICAR, en Cartagena, y a los problemas de corrupción como se presentan en el territorio nacional.
Uno no puede entender cómo un destino turístico como San Andrés, con tanto dinero que entra, que recibió 1.300.000 turistas, esté en estas condiciones económicas.
Estamos viendo que después del huracán se ha vuelto a abrir el destino, pero no vemos ninguna clase de resiliencia por parte de los hoteleros y de las personas que manejan el destino turístico de esta capital.
El riesgo de las mulitas
El riesgo que se corre con las mulitas es un problema de movilidad. Estos vehículos no deben estar en las calles, no deben ser homologados, pero sabemos que estamos en un país supremamente corrupto. Y se ha escuchado de una anterior directora de tránsito que estaba ahí, que dicen que ferió todos estos pases, antes de cerrar las importaciones de carros, con todas estas personas que arriendan carros en San Andrés, expresó.
Dijo que había más de 200 o 300 licencias aprobadas y desaparecieron prácticamente por arte de magias, casi todas, de las oficinas del Tránsito. Mucha gente salió de ahí con mucho dinero, por eso usted ve todas estas mulitas y carros de golf por las calles de San Andrés.
En otros destinos turísticos estos carros no se ven por la calle. Solamente se les puede observar en el campo, en algunos resorts y en los campos de golf. En Estados Unidos se les ve en las playas con los patrulleros.
Gordon advirtió que este un problema de movilidad gravísimo que padece la isla, que se da por las mismas autoridades y por la corrupción enraizada dentro del organismo de movilidad.
Entre las secretarías que hay en el departamento de San Andrés, el propietario de la Cueva de Morgan considera la de Movilidad como la más corrupta de todas, pese a que piensa que todas tienen un alto grado de descomposición.
Las mulitas son supremamente peligrosas y estos turistas que llegan de por allá ponen a sus hijos, hijas y niños a manejar.
Admitió que las mulitas son muy buenas para el turismo, pero que se deben restringir en cierta medida.