Colombia no ha querido demarcar el espacio marítimo del archipiélago
El jurista Rafael Nieto Navia dijo que después del fallo de la Corte de La Haya en el año 2012, el Gobierno convocó a un grupo de abogados que recomendó demarcar a base de líneas rectas el espacio marítimo del archipiélago, lo cual no se ha hecho.
El jurista Rafael Nieto Navia reveló que el espacio marítimo del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina en estos momentos se encuentra sin delimitar, luego del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya proferido el día 19 de noviembre del año 2012, que le arrebató a los isleños cerca de 90.000 kilómetros cuadrados de mar territorial. Explicó que la idea es impedir a Nicaragua que al instante de delimitar su frontera pueda tomar el punto más conveniente para su territorio y menos favorable para Colombia.
Aseguró que después de la sentencia de 2012 el Gobierno colombiano reunió a un grupo de abogados, que hizo unas recomendaciones al presidente de la República. Lo más importante de esas recomendaciones era que debía delimitar el archipiélago a base de líneas rectas, de acuerdo con el derecho internacional. “El Gobierno no lo quiso hacer, no dio las razones, no he podido averiguar por qué, pero no quiso hacer esa delimitación. De manera que el archipiélago está sin delimitar”, señaló el internacionalista Rafael Nieto Navia.
Esa delimitación que se debía hacer en el archipiélago era una decisión del Gobierno, y fue la recomendación que le hicieron los abogados, pero no lo hicieron. Así que cualquier decisión que tome la Corte de La Haya en favor o en contra de Colombia, es responsabilidad del gobierno de Santos, porque este otro Gobierno no ha tenido nada que ver con eso.
La idea es impedir a Nicaragua que al instante de delimitar su frontera pueda tomar el punto más conveniente para su territorio y menos favorable para Colombia.
Incluso, los agentes que nombró Santos siguen siendo los mismos, pero no han presentado ningún escrito ni nada, desde que está el presidente Duque. De manera que todo es del Gobierno anterior, explica el internacionalista.
Dice el jurista Nieto Navia que eso significa que Nicaragua debe estar pidiendo a la Corte Internacional de Justicia de La Haya que la extensión, de las 150 millas adicionales, se mida desde cualquier punto, porque en estos momentos no existe una delimitación del archipiélago.
Rafael Nieto Navia es doctor en ciencias Jurídicas y Económicas de la Universidad Javeriana. Juez y expresidente de la Corte Internacional de Derechos Humanos, habla inglés y francés y también fue miembro de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores de Colombia de 1982 a 1986.
El diario EL NUEVO SIGLO, de Bogotá, consultó al jurista Nieto Navia su opinión sobre este litigio entre Nicaragua y Colombia, que está por cumplir 19 años, y le preguntó ¿si ve usted alguna posibilidad de éxito de Nicaragua en cualquiera de esas dos demandas? Respondió: “No me atrevo a hacer conjeturas porque estas cosas jurídicas son muy serias para hacer conjeturas”.
El jurista le recordó a los colombianos y a habitantes de las islas San Andrés, Providencia y Santa Catalina que Nicaragua presentó dos demandas contra Colombia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Expresó que se espera que antes que finalice este año, la Corte Internacional de Justicia de La Haya realice unas audiencias, último paso antes de tomar una decisión sobre estas dos demandas que presentó Nicaragua contra Colombia: una, buscando se le reconozca la plataforma continental extendida más allá de las 200 millas náuticas; y, la otra, acerca de un supuesto incumplimiento que alega por parte de Bogotá, del fallo de 2012 que le entrega más de 90.000 kilómetros cuadrados de mar.
Nicaragua debe estar pidiendo a la Corte Internacional de Justicia de La Haya que la extensión, de las 150 millas adicionales, se mida desde cualquier punto, porque en estos momentos no existe una delimitación del archipiélago.
En cuanto a la otra demanda que habla sobre el incumplimiento esa es una cosa que no tiene pies ni cabeza, ni sentido, me imagino que la Corte no le va a poner mucha atención a eso. La parte importante es la de la ampliación de la plataforma continental, que si la Corte acepta los argumentos los aceptaría sin haber cumplido un requisito previo, que es que haya pasado por la delimitación realizada por una organización de Naciones Unidas, que no lo han hecho, pero uno con la Corte no sabe, porque con la Corte Internacional pasa ahora, no pasaba lo que pasa con la Corte Constitucional, que legislan.
El diario EL NUEVO SIGLO le preguntó al jurista: ¿Qué sensación le deja este litigio con Nicaragua que ya ajusta 19 años? Respondió: Vuelvo y digo que en estas cosas jurídicas no hay un tema tampoco de sensaciones, los procesos ante la Corte se demoran. La vida de los estados es mucho más larga que la de los seres humanos; entonces, los procesos, proporcionalmente, también son más largos.
Llevamos muchos años, me parece que entre la presentación de los escritos y las audiencias ha transcurrido un tiempo más que suficiente; la Corte tiene trabajo, es la verdad, tiene muchos casos que antes no tenía, y entonces van más lentos.
¿Se equivoca Colombia al aceptar ir ante la Corte, a pesar de la existencia de un tratado sobre el archipiélago de San Andrés?, le pregunta el rotativo al jurista, él responde: Eso no fue así, ambos estados estaban obligados a ir ante la Corte porque ambos habían aceptado la competencia. De manera que cuando Nicaragua demandó, Colombia había presentado un escrito retirándose de la Corte, pero ese escrito no tenía efecto inmediato. Es curioso, pero realmente no sé, cuando Colombia presentó ese escrito, Nicaragua presentó la demanda al día siguiente, no sé quién espió a quién, pero fue una coincidencia, añadió.