En San Andrés se construye una sala UCI con veinte camas
Las veinte camas estarán disponibles para atender los posibles contagios con coronavirus que se puedan presentar en la ciudad en el momento que se reabra el aeropuerto de la isla. Las obras civiles están prácticamente terminadas.
En uno de los salones que tiene el sótano del hospital Clarence Lynd Newball, que mide catorce metros de ancho por catorce metros de largo, serán instaladas veinte camas UCI como infraestructura sanitaria suficiente de la ciudad para poder hacer frente a cualquier brote de contagio con coronavirus que se pueda presentar en el momento que el Gobierno nacional decida reabrir las operaciones en el aeropuerto de la ciudad y comiencen los turistas a llegar a la isla.
Las obras civiles que se ejecutan en el primer nivel o sótano del centro hospitalario prácticamente se encuentran listas, únicamente falta poner unas mesas de trabajo en la zona de enfermería y un par de puertas a la entrada del salón, lo cual no se ha podido hacer porque en estos momentos se está en el trabajo de retoque de las paredes. Una voz autorizada allegada a la firma que ejecuta los trabajos dijo que en el transcurso de los próximos días se estará haciendo entrega de la obra civil al gobernador del departamento.
Tan pronto se supere el problema de la pandemia se procederá a retirar diez camas del lugar, las cuales serán separadas por medio de cubículos.
En el salón, por ahora, no habrá cubículo que separe una cama de otra. El área ha sido dividida en dos rectángulos para acomodar en cada uno de ellos diez camas que dispondrán de los equipos indispensables que debe tener una unidad de cuidados intensivos, como monitor cardiaco y ventilador mecánico.
Luego de la declaratoria de urgencia manifiesta para hacerle frente a la emergencia sanitaria el Gobierno del departamento adjudicó la obra a la Sociedad Colombiana de Arquitectos, SCA, que preside aquí la arquitecta Angélica Ayala, y que tiene en San Andrés una regional conformada por más de 46 profesionales. El contrato tuvo un valor de 1.468 millones de pesos. Los trabajos fueron ejecutados durante los meses de abril, mayo y los primeros días de junio.
Así será la nueva sala UCI del hospital
La nueva instalación especial dentro del área hospitalaria será un salón grande con veinte camas, separadas por una división que irá por la mitad del salón. De un lado habrá diez camas, y por el otro también se tendrán otras diez camas. Es una sala UCI conformada por veinte camas. Esta obra se construye en el primer nivel del hospital, también llamado sótano, al frente de la Unidad de Cuidados Intensivos que ya tiene el hospital en funcionamiento.
En principio no habrá separación o división entre cama y cama, pero tan pronto se supere el problema de la pandemia, se procederá a retirar diez camas del lugar, para dejar únicamente diez camas en este salón, que serán separadas por medio de cubículos.
Las veinte camas son para atender una posible emergencia que se pueda presentar en el momento que abran el aeropuerto y comiencen a llegar turista a la isla. Si no ocurre ninguna emergencia y se supera la pandemia, el Gobierno decidirá entonces sacar diez camas de esta sala y se dejarán diez, las cuales serán separadas una de otra por cubículos. Dijo la fuente que las divisiones se harán con un material que podría ser vidrio, cortinas, o armazón de PVC y vidrio, pero esto todavía no ha sido definido.
El piso de la nueva UCI fue construido con kerapasta, un material liso y brillante que fue traído de Bogotá que no permite que se presenten juntas, dilataciones, ni grietas.
La Gobernación sí trajo a la isla elementos para 25 camas, pero la fuente explicó que desconoce la dependencia dónde serán instaladas esas otras 5 camas para cuidados intensivos.
La fuente consultada dijo que es viable que se abra el aeropuerto, pero que será por una decisión de carácter nacional. No cree que sea una decisión local, eso está en manos del presidente, el Ministerio de Transporte y Aeronáutica Civil
Se le preguntó al informante si estos aviones podrían traer la pandemia a la isla, respondió: Es posible que estos aviones nos puedan traer el virus, quién quita que en uno de esos aviones se monte un pasajero infectado y propague esa peste en la isla.
Explicó la fuente que el piso de la nueva UCI fue construido con kerapasta, un material liso y brillante que fue traído de Bogotá que no permite que se presenten juntas ni dilataciones en el piso, es decir, que no puede haber pegas y grietas, con el propósito de evitar que se puedan meter gérmenes en un momento dado.
La sala de cuidados intensivos tendrá un equipo que suministrará el aire acondicionado y frente a cada cama habrá una rejilla de extracción que sacará el aire viciado, si así se puede decir, precisó el informante.
Todas las veinte camas estarán conectadas a una red de distribución de gases medicinales que hará posible que al paciente le llegue este tipo de medicamento como el oxigeno para ser aplicado en terapia de inhalación.
En cada cama habrá una cámara de video para estar monitoreando el comportamiento permanente del paciente.
Asimismo, frente a cada cama habrá ocho tomacorrientes, cuatro normales y cuatro regulados, de tal manera que, si se va la energía en una porción del hospital, pueden cambiar la conexión para el otro sistema. En cada punto también habrá una luz indirecta por si acaso en la noche se tiene que mirar a un paciente, esto permite evitar prender o iluminar todo el salón.
El hospital tiene planta eléctrica propia y la nueva Unidad de Cuidados Intensivos está conectada a la subestación del hospital.
Las camas ya se encuentran en la isla, y al parecer faltan los respiradores, se cree que están ya en San Andrés, o vienen en camino, pero eso le toca a la Secretaría de Salud, ellos son los que van a instalar esos equipos, expresó la fuente consultada.
Las obras civiles y todas sus instalaciones están listas, solo falta que conecten los equipos que van a proporcionar el soporte vital a los pacientes que requieran el servicio de supervisión y monitoreo intensivo por medicina de alta complejidad. La instalación de estos equipos, como camas, ventiladores y otros, corresponde ahora al Gobernación, a través de la Secretaría de Salud, y al mismo hospital.
El hospital tiene planta eléctrica propia y la Unidad de Cuidados Intensivos está conectada a la subestación del hospital. Por el lado del fluido eléctrico se considera que no habrá problema. El centro hospitalario tiene planta y una subestación, lo cual permitió que la sala de la UCI se conectara directamente a la misma subestación.
Esta obra ya fue inspeccionada por funcionarios de la Contraloría General de la República y por miembros de la Contraloría del departamento. Durante la visita los comisionados por los organismos de control estuvieron haciendo preguntas, porque ellos son los que tienen que hacer un informe técnico y decirle al gobernador si se puede reabrir y no el aeropuerto, luego de haber visto lo que se está haciendo en el hospital. Además, todo depende también de que la UCI esté en funcionamiento al ciento por ciento.