La isla no aguanta un confinamiento más: el lunes se reabre el comercio
La situación económica de San Andrés es apremiante. Ya no se puede confinar más a la comunidad, porque los ingresos de las personas no pueden depender de lo que haga el Gobierno, por eso hay que reabrir el comercio.
El Gobierno del departamento adoptó acciones válidas e importantes para tratar de superar la difícil situación económica y social que padece el comercio y la comunidad de esta capital y anunció que los habitantes de la isla no aguantan un confinamiento más. El mandatario del archipiélago, apoyado en unos lineamientos de apertura gradual que dio el presidente de la República, dispuso que San Andrés tiene que reabrir su economía y poner a funcionar los almacenes a partir de este lunes.
A partir de este lunes podrán reabrir sus puertas almacenes de perfumerías y lencerías, que son establecimientos que venden al por menor. Los centros comerciales también están autorizados para reabrir, pero deben poner en práctica estrictos protocolos de seguridad sanitaria para evitar el contagio con el patógeno del covid-19.
Por ejemplo, dijo el funcionario, las ferreterías podrán abrir de 8:00 de la mañana a 1:00 de la tarde. Los almacenes de perfumerías deberán funcionar de 1:00 p. m. a 6:00 de la tarde.
A partir de este lunes podrán reabrir sus puertas almacenes de perfumerías y lencerías, que son establecimientos que venden al por menor.
Mientras tanto los restaurantes todavía no pueden abrir sus puertas, pero si podrán prestar un servicio a domicilio, como venta en línea, contra entrega y para llevar la comida a los clientes. También siguen cerrados negocios como bares, discotecas, casinos, billares, y todos aquellos establecimientos donde se produzcan conglomeración. Asimismo, el uso de las playas sigue restringido hasta que el Gobierno lo considere pertinente.
El gobernador anticipó que está esperando también la terminación y entrega de las 20 camas UCI, que se están acondicionado en el sótano del hospital, para buscar la reapertura del aeropuerto de la isla, cosa que podría darse a mediados o finales del mes de junio.
El Gobierno del Coral Palace expresó que ejercerá un control sobre estos establecimientos que van a reabrir sus puertas e insistirá en el cumplimiento de las medidas de seguridad sanitaria que deben ponerse en práctica para evitar la propagación del virus. Anunció también que se dispone llevar una mayor información a sus administradores sobre los estrictos protocolos que se tienen que cumplir tanto a la entrada como a la salida de estos lugares.
El gobernador anticipó que está esperando también la terminación y entrega de las 20 camas UCI, que se están acondicionado en el sótano del hospital, para buscar la reapertura del aeropuerto.
Desdichadamente, dijo el gobernador, las iglesias están incluidas o cobijadas por estas restricciones. Los pastores han pedido encarecidamente que se les permita abrir los templos, pero hay un decreto que el Gobierno nacional acaba de expedir, y el Gobierno local no podría ir en contra de dicha disposición.
Ahora a partir de las 8:00 de la noche habrá un toque de queda para que se mantenga el distanciamiento establecido por el protocolo de seguridad para evitar la propagación del covid-19.
La situación económica en San Andrés es apremiante. Ya no podemos confinar más a la comunidad. Los ingresos de las personas no pueden depender de lo que haga el Gobierno del departamento, porque la Administración no va a poder solucionar todos los problemas individuales y la necesidad básicas apremiantes que tenga cada persona, como es su alimentación.
El Gobierno pagó en el mes de marzo la suma de 5.600 millones de pesos por concepto de las facturas del servicio de energía eléctrica de los hogares estratos 1, 2, 3, 4 de esta capital, cuando todavía había actividad comercial en la isla. Ahora el Palacio de los Corales se apresta a cancelar 3.800 millones de pesos por el suministro de energía correspondiente al mes pasado de las viviendas de estos grados sociales. El promedió bajó porque los hoteles, que eran las empresas que más consumían energía, hoy se encuentran cerrados.