San Andrés, isla hermosa, ¡qué tan bajo has caído!
En qué momento perdiste esa identidad anglosajona que te hacía muy distinta a las ciudades del territorio nacional. Para desgracia, peyorativamente te has colombianizado.
San Andrés, isla hermosa, que tan bajo has caído. En qué momento perdiste esa identidad anglosajona que te hacía muy distinta a las poblaciones y ciudades del territorio nacional. En qué instante cambiaste tu cultura y copiaste las mañas políticas del forastero que irrumpió en tu hábitat para hacerte igual a sus congéneres.
Hoy eres como uno de esos barrios tristes de esas ciudades del territorio continental que viven sin Dios y Santa María, donde impera el caos y la anarquía, que también muy pronto te conducirán a una pauperización.
Esas costumbres ejemplares que tenía esta comunidad en la década de 1970, para no retroceder tanto, que eran digna de imitar por el visitante, se han degradado y prácticamente han desaparecido, eso hace que vivir hoy en cualquier barrio de la isla es más peligroso que frecuentar algún sector del perímetro urbano de una ciudad colombiana.
La deplorable imagen de tu infraestructura que le proyectas al turista y visitante es un genuino ejemplo del alto grado de putrefacción que padecen tus dirigentes y gobernantes.
Ahora tus costumbres ya no marcan ninguna diferencia con la forma como transcurre la vida en el territorio nacional. Para desgracia, peyorativamente te has colombianizado.
Tu clase dirigente y gobernante hoy hace alarde de un alto grado de corrupción que emula a sus pares del territorio continental.
La isla es un caos y una anarquía. Y las personas que la están manejando no tienen ninguna clase de sentido de pertenencia, ni siquiera con los electores.
La indolencia y la falta de sentido de pertenencia de tus dirigentes y gobernantes mantiene, a esta hora, en la total orfandad a los habitantes de la isla de Providencia, después de ocho meses que sus viviendas fueran arrasadas por el huracán Iota en noviembre pasado.
La deplorable imagen de tu infraestructura que le proyectas al turista y visitante es un genuino ejemplo del alto grado de putrefacción que padecen tus dirigentes y gobernantes.
El erario de los sanandresanos está indefenso y expedito, libre de todo estorbo por parte de los órganos de control, para facilitar que la hacienda continúe el ritmo de saqueo a que ha estado sometida en los últimos años.
Isla hermosa, tu rumbo económico y social es impredecible debido a que los recursos de tu pueblo han sido convertidos en un tesoro de Morgan para el saqueo y rapiña de algunos de tus propios hijos raizales que han regentado el departamento y otros sátrapas advenedizos.
Mi isla hermosa, en qué momento cogiste carretera, te encuentras al garete, sin que nadie te pueda rescatar, porque las entidades que velan por el cuidado de tus recursos han sido seleccionadas y designadas por la clase política corrupta y, hoy, esos órganos se constituyen en una coartada para facilitar el saqueo de la tesorería de tu Gobernación.
Esa corrupción mantiene a San Andrés sin sistema de semáforo desde hace ocho meses, pues sus calles quedaron sin ningún mecanismo que oriente la circulación vehicular tenebrosa que se da en las principales vías de la ciudad.
Isla hermosa, tu rumbo económico y social es impredecible debido a que los recursos de tu pueblo han sido convertidos en un tesoro de Morgan para el saqueo y rapiña de algunos de tus propios hijos raizales que han regentado el departamento y otros sátrapas advenedizos que nacieron con el don y el carisma de apropiarse de los dineros públicos.
La isla se encuentra bajo un liderazgo corrupto, torpe, inepto y castrado de todo conocimiento para generar un cambio económico, social y cultural para sus nuevas generaciones.
Mi isla hermosa, en qué momento cogiste carretera, te encuentras al garete, sin que nadie te pueda rescatar.
San Andrés, isla hermosa, tú no tienes doliente, el día domingo de elecciones el grueso de la población que acude a las urnas te hace mucho daño. Más del setenta por ciento de esos votantes no son raizales, carecen de abolengo genético, no son conscientes de lo que votan, tampoco quieren la isla y ese sufragio tiene un costo en dinero en efectivo.
El periodista Juan Gossaín concedió una entrevista al también periodista Juan Roberto Vargas de Caracol Televisión y se mostró preocupado por el nivel que ha alcanzado la corrupción en nuestro país.
Gossaín, dijo:
“Yo lo que estoy es muy preocupado, porque duele decirlo: uno como colombiano siente que se le arruga el alma al decirlo, pero hay que hablar con franqueza, además, ese es el oficio de un periodista, porque no está quedando segmento de la sociedad que no esté implicado en la corrupción, en el desorden, cuando no es la justicia, y cuando digo justicia no estoy hablando tanto del juez promiscuo municipal, sino de los altos magistrado, cuando no es la justicia, son los ministros, cuando no son los senadores, los contratistas, los empresarios, y ya llegamos nosotros, los periodistas, somos también responsables de lo que está pasando, y bastante responsables.