Tragedia de Providencia ya había sido anticipada

A la hoy devastada isla de Providencia el Gobierno la dejó sola, la abandonó a su suerte, se la dejó al huracán para que arrasara con su población y destruyera totalmente su riqueza arquitectónica. La vieja Providencia fue dejada a merced de IOTA, un huracán de categoría cinco de un poder destructor similar al que golpeó a Cuba el 9 de noviembre de 1932, que le dejó 3.000 muertos. Max Henríquez, uno de los primeros meteorólogos de Colombia, asegura que hace unos quince años él les avisó a los funcionarios de Gestión del Riesgo lo que se venía para el archipiélago.

La catástrofe de la las islas de Providencia y Santa Catalina fue una tragedia anunciada hace unos quince años por Max Henríquez. El meteorólogo luego de visitar estas poblaciones comentó a los miembros de la oficina de Gestión de Riesgo las condiciones en que se encontraba esta zona insular para minimizar el impacto de un huracán.

Max Henríquez, uno de los primeros meteorólogos de Colombia, asegura que hace unos quince años él les avisó a los funcionarios de Gestión del Riesgo lo que se venía para el archipiélago.

Mientras que el Centro Nacional de Huracanes de Miami cada tres horas publicaba mensajes de alerta sobre el movimiento de la tormenta, en Santa Catalina, Providencia y San Andrés no se hicieron llamados de alerta sobre el riesgo que corría la población con una zona de baja presión que se había formado a la altura del paralelo 11 norte, con latitud 73 grados oeste, y que se desplazaba con dirección al archipiélago por el paralelo 12.6 grados.

El día sábado 14 de noviembre entre las diez de la mañana y las diez de la noche, es decir, durante 12 horas, la tormenta se desplazó por los meridianos 12.6 y 12.7 directo a la isla de San Andrés. Pero a las 4 de la mañana del día domingo el fenómeno cambió de rumbo y ascendió al paralelo 13.1. Y nueve horas después la tormenta tomó la dirección de la posición astronómica de la isla de Providencia situada en la latitud norte de 13 grados, 20 minutos, 52 segundos.

El día sábado 14 de noviembre entre las diez de la mañana y las diez de la noche, es decir, durante 12 horas, la tormenta se desplazó por los meridianos 12.6 y 12.7 directo a la isla de San Andrés.

Como nunca la tormenta siguió el rumbo del pronóstico que trazaron los meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes de Miami, lo que significa que el fenómeno afectaría a la población del archipiélago por su desplazamiento hacia el oeste entre los meridianos 12.6 y 13.3, y no haberse podido escuchar a tiempo una voz de alerta sobre la ruta y magnitud del huracán.

El día viernes trece de noviembre a las 12 y 15 de la tarde el área de baja presión se convirtió en la tormenta tropical número 31 y se le da el nombre de IOTA, que es el nombre de la novena de la letra del alfabeto griego.

Desde su formación el huracán IOTA fue observado por el GOES 16, un satélite de cuarta generación que vigila el mar Caribe, lanzado el 19 de noviembre de 2016, ubicado por la NOAA en la inclinación 0.01 grado norte, y en la longitud este 75 grados west, a una altura de 35.888 kilómetros de la tierra.

El Centro Nacional de Huracanes de Miami ha informado que en estos momentos tres ondas tropicales se encuentran en formación y se mueven hacia el oeste.

El Centro Nacional de Huracanes de Miami ha informado que en estos momentos tres ondas tropicales se encuentran en formación y se mueven hacia el oeste por las siguientes coordenadas: latitud 15 grados norte, 41 grados longitud oeste; latitud 19 grados norte, longitud 63 grados oeste y latitud 19 grados norte, longitud 73 grados oeste.

Una tragedia anunciada

Max Henríquez, uno de los primeros meteorólogos de Colombia, asegura que él les avisó a funcionarios de Gestión del Riesgo lo que se venía para el archipiélago.

El meteorólogo en su cuenta de Facebook, dijo lo siguiente:

“infortunadamente lo previsto sucedió. Hace unos 15 años en una visita a Providencia les comenté a todos los miembros de la oficina de Prevención y Atención de Desastres que algún día pasaría por las islas un gran huracán que sería catastrófico, sin dejar muchas opciones de evitar una gran tragedia, a menos que se prepararan desde ese entonces para minimizar los impactos, especialmente para salvar vidas”, escribió en su cuenta de Facebook.

Origen del pueblo de providenciano

El pueblo providenciano proviene de los puritanos de la Compañía de Providencia que arriban a la isla hacia el año 1629, que eran perseguidos en su natal Inglaterra por su creencia religiosa.

Su paso por la isla duró doce años, tiempo en el cual alcanzan a dejar una huella muy importante en la conformación de una identidad creole. En el año de 1641 la expedición española al mando de Francisco Díaz Pimienta reconquista la isla.

Fort Warwick, en Santa Catalina, y New Westminster, hoy la localidad de Old Town que fue borrada por el huracán, son los asentamientos iniciales de carácter formal que surgen en esta isla.

El siglo XVII es un período de álgidas disputas y enfrentamientos cruentos entre las distintas potencias europeas, tiempos en que la piratería y el filibusterismo convierten a Santa Catalina en el epicentro de estas actividades.

El pueblo de Providencia se desarrolló a partir de la llegada de los puritanos de la Compañía de Providencia. Por su lengua es una etnia que se ha mantenido aislada de la población colombiana.

La llegada de Philip Beekman Livingston Sr. coincide con el arribo de Francis Archbold, un negociante de origen escocés que se asienta con sus esclavos en la localidad de Bottom House con el consentimiento de los españoles en el año 1787. Ambos hicieron parte del sistema esclavista que se instauró en el archipiélago finalizando el siglo XVIII y de estos dos personajes desciende una franja importante de la comunidad raizal actual del archipiélago, explica el historiador Jairo Archbold Núñez.

Hacia el año 1809 el gobernador Thomas O’Neille, un practicante católico de origen irlandés, que había residido en islas Canarias, manifiesta con preocupación que los únicos españoles que había en Providencia en ese momento eran 30 soldados traídos por él, que sus habitantes solo conocen el idioma inglés y pide el envío de uno o dos sacerdotes católicos para iniciar los procesos de conversión.

Las islas de Providencia y Santa Catalina sufren un total abandono estatal. Reciben el 20 por ciento del presupuesto anual del departamento archipiélago, que se constituye en una fuente de saqueo y rapiña para sus alcaldes.

El pueblo de Providencia se desarrolló a partir de la llegada de los puritanos de la Compañía de Providencia. Por su lengua es una etnia que se ha mantenido aislada de la población colombiana. Es un pueblo de origen inglés que todavía conserva su idioma, que no piensa como nuestros compatriotas ni se siente colombiano. Ese abandono y olvido del Gobierno nacional lo resignó el pasado domingo a tener que encerrarse en su vivienda para enfrentar, a ferrado a Dios, a una tormenta que borraría una población construida hace 391 años

Las islas de Providencia y Santa Catalina sufren un total abandono estatal. Reciben el 20 por ciento del presupuesto anual del departamento archipiélago, que se constituye en una fuente de saqueo y rapiña para sus alcaldes.

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